En FONEMA ayudamos a niños, adolescentes y adultos a superar dificultades del habla, del lenguaje y de la comunicación.
Por ello, adaptamos cada intervención a las necesidades específicas de cada persona para conseguir resultados efectivos y duraderos.
Están asociados en general a limitaciones en los procesos cognitivos responsables de formar representaciones fonológicas estables de las palabras, e incluso se puede decir que son consecuencia de esas limitaciones. Incapacidad en mayor o menor grado, para retener las secuencias de los sonidos que constituyen las palabras.
Ejemplos: sigmatismo (dificultad con la “s”), rotacismo (con la “r”).
Aquí incluimos también la dispraxia verbal (o apraxia del habla), donde el problema está en la planificación motora: el niño sabe lo que quiere decir, pero no logra coordinar los movimientos de los órganos del habla.
Deficiencias persistentes en la comunicación social y en la interacción social en diversos contextos.
1. Deficiencias en la reciprocidad social.
2. Deficiencias en las conductas comunicativas no verbales utilizadas en la interacción social.
3. Deficiencias en el desarrollo, mantenimiento y comprensión de las relaciones. Estas relaciones, varían, por ejemplo, desde dificultades para ajustar el comportamiento en diversos contextos sociales, pasando por dificultades para compartir juegos imaginativos o para hacer amigos.
Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.
Los síntomas deben estar presentes en las primeras fases del periodo de desarrollo.
Alteraciones en la adquisición de la lectura, la escritura o el cálculo, que no se explican por falta de capacidad intelectual.
Dislexia: dificultad en la lectura (lentitud, errores de decodificación).
Disgrafía: problemas en la escritura (letra ilegible, errores ortográficos persistentes).
Disortografía: errores ortográficos que no corresponden a la edad escolar.
Discalculia: dificultad en el aprendizaje de las matemáticas.
Estos trastornos afectan al rendimiento escolar y a la autoestima del niño.
Alteraciones de la fluidez y la organización temporal normales del habla que son inadecuadas para la edad del individuo y las habilidades del lenguaje, persisten con el tiempo y se caracterizan por la aparición frecuente y notable de uno o más delos siguientes factores:
1. Repetición de sonidos y sílabas.
2. Prolongación de sonido de consonantes y vocales.
3. Palabras fragmentadas.
4.Bloqueo.
5. Circunloquios.
6. Palabras producidas con exceso de tensión física.
Cambios en la calidad vocal que afectan a la comunicación.
Puede notarse una voz ronca, entrecortada, demasiado aguda o grave, o pérdida de la voz.
Ejemplos: disfonía funcional (mal uso de la voz) o nódulos en las cuerdas vocales.
Afecta a niños y adultos, especialmente a quienes usan mucho la voz (profesores, cantantes).
Problemas al tragar que pueden ser funcionales o neurológicos.
En niños: deglución atípica, cuando persisten patrones infantiles (empujar con la lengua los dientes al tragar).
En adultos: disfagia, dificultad para tragar tras un ictus, enfermedad neurológica o envejecimiento.
Puede repercutir en la nutrición y en la salud general.
El logopeda diagnostica un caso de deglución atípica es una anomalía relacionada con nuestra forma de tragar y que afecta a las estructuras orofaciales: dientes, mandíbula, paladar, encías, labios y lengua. Se produce cuando uno de estos elementos realiza un movimiento incorrecto a la hora de deglutir los alimentos.
Aparecen después de un daño neurológico (ictus, traumatismo craneoencefálico, enfermedades degenerativas).
Afasia: pérdida del lenguaje (oral o escrito) tras una lesión cerebral.
Disfagia: dificultad para tragar.
Disartria: alteración del habla causada por daño en los músculos del habla (voz nasal, habla poco clara).
Pueden afectar gravemente la comunicación y la autonomía de la persona.
Patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo, que se caracteriza por (1) y/o (2):
Inatención: Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y académicas/laborales:
Nota: Los síntomas no son sólo una manifestación del comportamiento de oposición, desafío, hostilidad o fracaso en la comprensión de tareas o instrucciones. Para adolescentes mayores y adultos (a partir de 17 años de edad), se requiere un mínimo de cinco síntomas.
Estos son algunos trastornos del neurodesarrollo que repercuten en la comunicación y en el aprendizaje escolar.
Es un trastorno que comienza durante el periodo de desarrollo y que incluye limitaciones del funcionamiento intelectual como también del comportamiento adaptativo en los dominios conceptual, social y práctico.
Trastorno del lenguaje
Trastorno de los sonidos del habla.
Trastorno de la fluidez (tartamudeo)
Deficiencias persistentes en la comunicación social y en la interacción social en diversos contextos.
1. Deficiencias en la reciprocidad social.
2. Deficiencias en las conductas comunicativas no verbales utilizadas en la interacción social.
3. Deficiencias en el desarrollo, mantenimiento y comprensión de las relaciones
Patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo, que se caracteriza por (1) y/o (2):
Inatención: Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y académicas/laborales:
Nota: Los síntomas no son sólo una manifestación del comportamiento de oposición, desafío, hostilidad o fracaso en la comprensión de tareas o instrucciones. Para adolescentes mayores y adultos (a partir de 17 años de edad), se requiere un mínimo de cinco síntomas.
Observa cómo trabajamos con los más pequeños para potenciar su comunicación, lenguaje y habilidades cognitivas. Además en este vídeo, te mostramos un ejemplo real de nuestras dinámicas personalizadas y adaptadas a cada niño, con métodos cercanos y efectivos que fomentan el aprendizaje de manera divertida y segura.
En nuestro centro de logopedia infantil también contamos con la experiencia de nuestros especialistas para favorecer la mejora de los resultados escolares.
Por ello, Contamos con nuestra directora, Nuria García Pérez, que también en psicopedagoga y con formación del CAP.
La necesidad de un apoyo escolar surge principalmente para mejorar los hábitos de estudio e incorporar nuevos métodos y herramientas de aprendizaje, adaptados a la edad y nivel del curso. Por ello, nuestros hijos requieren un refuerzo individualizado, que muchas veces los padres no pueden ofrecer con la eficacia y regularidad necesarias.
Además, aprender no consiste solo en recibir los contenidos en el colegio; es fundamental que los niños los asimilen y los practiquen mediante una metodología personalizada de estudio y trabajo en casa. De este modo, se asegura un aprendizaje más sólido y duradero.
El horario de la actividad es de 2 sesiones semanales de 45 minutos de duración
Gabinetes personalizados con equipos multimedia
Esta actividad va dirigida a alumnos de primaria de edades comprendidas entre los 6 y 12 años divididos en grupos reducidos del mismo nivel
Hemos recopilado las preguntas más frecuentes para ayudarte a resolver tus dudas de manera rápida y sencilla.
Un logopeda es el profesional encargado de evaluar, prevenir y rehabilitar las funciones relacionadas con la comunicación y la expresión. Esto incluye el lenguaje oral y escrito, la voz, el habla y las funciones orales asociadas, como la respiración, la masticación y la deglución.
Aunque muchos logopedas trabajan en logopedia infantil, también atienden a adultos que presentan dificultades derivadas de enfermedades degenerativas, accidentes o alteraciones adquiridas.
Siempre que los padres, pediatras o profesores lo encuentren conveniente, ya que son los primeros en observar al niño en su desarrollo y percibir las dificultades que puedan ir surgiendo en las diferentes etapas.
Existen indicadores y síntomas a tener en cuenta en el niño:
Porque puede suponer un handicap para su rendimiento escolar, ya que puede dificultarle el aprendizaje, entre otros, de la lectoescritura, que es la base de la mayoría de aprendizajes escolares.
Los trastornos del habla y el lenguaje puede afectar en la manera en que los niños hablen, entienden, analizan y procesan la información. Los trastornos del habla son la deficiencia en la articulación, la calidad de la voz, y la fluidez de palabras de un niño. Los trastornos del lenguaje incluyen la capacidad del niño para mantener una conversación significativa, comprender a los demás, resolver problemas, leer y comprender, y expresar sus pensamientos a través de palabras habladas o escritas.
Éstos son algunos de los signos de alarma comunes por rango de edad.
No respuesta refleja ante un sonido (parpadeo, agitación, quietud, despertar)
No le tranquiliza la voz de la madre
Emite sonidos monocordes
Ausencia de sonidos modulados (cantarse al sueño), o de respuestas a cualquier sonido
No se orienta hacia la voz de la madre
No emite sonidos guturales para llamar la atención
No hace sonar un sonajero si se le deja al alcance de la mano
No juega con sus vocalizaciones, repitiéndolas e imitando a las del adulto
Ausencia de monotonía en el balbuceo
No vocaliza para llamar la atención
No juega imitando gestos que acompañan a canciones infantiles (“los lobitos”, etc.), o sonríe al reconocerlas
No hace sonar un sonajero si se le deja al alcance de la mano
No dice adiós con la mano cuando se le indica
No reconoce cuando le nombran “mamá” y “papá”
No comprende palabras familiares
No entiende una negación
responde a “dame” cuando se le hace un gesto indicativo
No dice “papá” y “mamá” con contenido semántico
No señala objetos ni personas familiares cuando se le nombran
No responde de forma diferente a distintos sonidos
No se entretiene emitiendo y escuchando determinados sonidos
No nombra algunos objetos familiares
No presta atención a los cuentos
Que no sea capaz de comprender órdenes sencillas (señalar con el dedo, negar con la cabeza, decir adiós con la mano) si no se acompañan de gestos indicativos
No identifica las partes del cuerpo
No conoce su nombre
No hace frases de 1 palabra a los 18 meses y de 2 palabras a los 24 meses
No utilizar palabras significativas sencillas
Que su habla no pueda ser entendida por personas fuera de su núcleo familiar
No repite frases
No contesta a preguntas sencillas
Presencia de un período de falta de fluidez verbal, repiten sonidos, palabras, frases y hacen pausas prolongadas
Dificultad en interpretar y uso de términos espaciales (entre, detrás, etc.)
Dificultad en el uso de artículos (un, una, el, la), pueden omitirlos (papá vuelve trabajar)
Dificultad en el uso de tiempos verbales, y dificultad para encontrar el nombre de la palabra adecuada (disnomia)
A los 4 años no sabe contar lo que le pasa y no es capaz de mantener una conversación sencilla
Hasta los 4 años pueden existir trastornos en la articulación de algunos fonemas (/s/z/r/) que tienen que estar corregidos a los
no conversa con otros niños
Persistencia de un período de falta de fluidez verbal y con disnomias
Presencia de dificultades en la utilización de tiempos verbales (“el ido” por “él ha ido”)
Presencia de dificultades en la utilización de formas comparativas de los adjetivos, pueden confundir el comparativo con el superlativo
Presencia de dificultades en la utilización de reglas de pasivos (“el tren fue golpeado por el coche“ se trasforma en “el tren golpeó al coche”) y en el uso de las conjunciones (si, cuando, antes, después)
Dependerá del trastorno a tratar, de la edad del paciente o de la existencia de otros trastornos asociados; aunque en ningún caso existe un tiempo preestablecido.
La dislexia es una entidad clínica caracterizada por una dificultad "especial" para la lectura y escritura en personas que no tienen problemas visuales, auditivos ni incapacidad intelectual para dicha tarea.
La dislexia suele detectarse en los primeros cursos al observar que un niño con todos los requisitos para aprender a leer no lo consigue a pesar del esfuerzo de padres y profesores incluso con diferentes métodos de lectura.
En otros muchos casos el niño lee pero tiene dificultades para seguir el texto, confunde vocales o consonantes, se salta renglones, inventa palabras etc.
La escritura puede ser mas problemática : no puede hacer un dictado sin invertir algunas palabras o "rotar" las letras, confundir b y d, ó p y q por ejemplo.
Es importante diagnosticarlo cuanto antes para evitar repercusiones en el aprendizaje y en el desarrollo del niño, ya que la dislexia es la causa de fracasos escolares, baja autoestima y problemas de conducta si no se trata adecuadamente.
La primera señal de alarma es la obtención de resultados insuficientes que no se corresponden con el esfuerzo realizado causando una falta de motivación por parte del niño, ya que la dislexia se considera una dificultad significativa en el lenguaje escrito y la lectura, independientemente de cualquier causa intelectual, cultural o emocional. Por lo tanto, aparece en personas con una inteligencia normal o incluso superior.
Confusión de las letras con forma parecida, como por ejemplo, entre la p – q , d – b.
Inversión de letras en las palabras.
Omisión de palabras.
Uniones y separaciones indebidas de palabras
Vacilaciones en la lectura.
Adición de sonidos al final de la palabra.
La afonía es la alteración máxima de la disfonía y es la pérdida total de la voz.
Pueden ser orgánicos (tumores, problemas vasculares, perturbaciones endocrinológicas, etc), y funcionales (abuso o mal uso de la voz).
La disfemia o tartamudez aparece hacia los 3 años de edad, cuando el niño pasa de la frase simple a formular oraciones más largas. Esta falta de fluidez puede ser superada en un año, si no es así y persiste la disfluencia a partir de los 4 años de edad, es cuando nos encontramos con una tartamudez primaria, debiendo ser tratada por el especialista.
Si la cóclea tiene muy dañada las células ciliadas no podrá transformar transformar las vibraciones sonoras en corriente eléctrica. Un implante coclear compensa la pérdida de células ciliadas intactas con una guía de electrodos dentro de la cóclea. Esta envía sonidos e información del lenguaje directamente al nervio acústico mediante pequeños y seguros pulsos eléctricos.
La razón más frecuente para no ofrecer un implante coclear es la de que la audición del niño es “demasiado buena”.
Si los audiólogos y doctores piensan que es una buena oportunidad que el niño pueda oír la mayoría del lenguaje mediante prótesis auditivas bien adaptadas, esta debe ser la recomendación. Hay algunas condiciones médicas como ausencia del nervio acústico, o clases específicas de malformaciones de la cóclea que contraindican la cirugía.
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