Déjanos tu mensaje

Edit Template

Contacto

Estamos para ayudarte

Si necesitas información sobre nuestras especialidades, pedir cita o resolver cualquier duda, puedes contactarnos por teléfono, correo o formulario. Además, estamos disponibles para ti con horarios flexibles para adaptarnos a tu necesidad.

Horarios

Logopedia Fonema

Lunes - Viernes 10:00 - 21:00
Sábado y domingo Cerrado

Adultos

Lunes - Viernes 09:00 - 21:00
Sábado y domingo Cerrado

Servicio Online

Lunes - Viernes 10:00 - 21:00
Sábado y domingo Cerrado

Dónde estamos

Estamos ubicados en un edificio adaptado, accesible para personas con movilidad reducida, con cuatro ascensores modernos. Contamos con más de 120 m² pensados para tu comodidad.
Además, nuestra ubicación en Arturo Soria (Madrid) tiene excelentes conexiones de transporte: metro, autobús y cercanías hacen que venir sea cómodo y fácil.

Ubicación

📍 C. de Arturo Soria, 333, 5 C, 28033 Madrid
🚇
Metro
Pinar de Chamartín (L1, L4, ML1)
🚌
Autobuses
7, 29, 107, 129, 150
🚆
Cercanías
Fuente de la Mora (C1, C10)

Déjanos tu mensaje

¿Tienes alguna consulta o quieres más información? Completa el formulario y nos pondremos en contacto contigo lo antes posible.»

También puedes seguirnos en redes

Descubre más allá de la consulta

En nuestras redes sociales y canal de YouTube encontrarás consejos prácticos, información actualizada y además ejercicios guiados o cursos exclusivos para mejorar la comunicación y el lenguaje en niños y adultos

Preguntas frecuentes

Hemos recopilado las preguntas más frecuentes para ayudarte a resolver tus dudas de manera rápida y sencilla.

Un logopeda es el profesional encargado de evaluar, prevenir y rehabilitar las funciones relacionadas con la comunicación y la expresión. Esto incluye el lenguaje oral y escrito, la voz, el habla y las funciones orales asociadas, como la respiración, la masticación y la deglución.

 

Aunque muchos logopedas trabajan en logopedia infantil, también atienden a adultos que presentan dificultades derivadas de enfermedades degenerativas, accidentes o alteraciones adquiridas.

Siempre que los padres, pediatras o profesores lo encuentren conveniente, ya que son los primeros en observar al niño en su desarrollo y percibir las dificultades que puedan ir surgiendo en las diferentes etapas.

Existen indicadores y síntomas a tener en cuenta en el niño:

  • Que no se le comprenda cuando habla.
  • Que se omita sonidos o agregue otros.
  • Que no discrimine sonidos.
  • Que no hable o hable muy poco.
  • Que no logre seguir consignas lingüísticas simples.
  • Que muestre dificultades cuando pronuncie algún sonido.
  • Que muestre lentitud en el pensamiento y cálculo mental.
  • Que presente retraso general en el desarrollo y el lenguaje.
  • Que tenga problemas a la hora de escribir o leer correctamente.
  • Que presente dificultades en la comprensión de textos y enunciados de problemas.
  • Que padezca alteraciones físicas, parálisis cerebral, espina bífida...
  • Que respire con la boca abierta.
  • Que tenga alteraciones sensoriales.
  • Que se encuentre afónico con frecuencia.
  • Que presente cambios de voz muy drásticos.
  • Se esté diagnosticado de nódulos, pólipos,...
  • Se encuentre afónico con frecuencia.
  • Se muestre con dificultades para deglutir (tragar).
  • Se le haya diagnosticado alguna enfermedad neurodegenerativa como Parkinson, Huntitong, Alzheimer, Esclerosis lateral amiotrófica...
  • Haya padecido un accidente cerebro-vascular (Afasias).
  • Tenga pérdidas de lenguaje, vocabulario, memoria, atención, cálculo...

Porque puede suponer un handicap para su rendimiento escolar, ya que puede dificultarle el aprendizaje, entre otros, de la lectoescritura, que es la base de la mayoría de aprendizajes escolares.

Los trastornos del habla y el lenguaje puede afectar en la manera en que los niños hablen, entienden, analizan y procesan la información. Los trastornos del habla son la deficiencia en la articulación, la calidad de la voz, y la fluidez de palabras de un niño. Los trastornos del lenguaje incluyen la capacidad del niño para mantener una conversación significativa, comprender a los demás, resolver problemas, leer y comprender, y expresar sus pensamientos a través de palabras habladas o escritas.

Éstos son algunos de los signos de alarma comunes por rango de edad.

  • 0-3 meses

No respuesta refleja ante un sonido (parpadeo, agitación, quietud, despertar)
No le tranquiliza la voz de la madre
Emite sonidos monocordes

  • 3-6 meses

Ausencia de sonidos modulados (cantarse al sueño), o de respuestas a cualquier sonido
No se orienta hacia la voz de la madre
No emite sonidos guturales para llamar la atención
No hace sonar un sonajero si se le deja al alcance de la mano
No juega con sus vocalizaciones, repitiéndolas e imitando a las del adulto

  • 6-9 meses

Ausencia de monotonía en el balbuceo
No vocaliza para llamar la atención
No juega imitando gestos que acompañan a canciones infantiles (“los lobitos”, etc.), o sonríe al reconocerlas
No hace sonar un sonajero si se le deja al alcance de la mano
No dice adiós con la mano cuando se le indica

  • 9-12 meses

No reconoce cuando le nombran “mamá” y “papá”
No comprende palabras familiares
No entiende una negación
responde a “dame” cuando se le hace un gesto indicativo

  • 12-18 meses

No dice “papá” y “mamá” con contenido semántico
No señala objetos ni personas familiares cuando se le nombran
No responde de forma diferente a distintos sonidos
No se entretiene emitiendo y escuchando determinados sonidos
No nombra algunos objetos familiares

  • 18-24 meses

No presta atención a los cuentos
Que no sea capaz de comprender órdenes sencillas (señalar con el dedo, negar con la cabeza, decir adiós con la mano) si no se acompañan de gestos indicativos
No identifica las partes del cuerpo
No conoce su nombre
No hace frases de 1 palabra a los 18 meses y de 2 palabras a los 24 meses
No utilizar palabras significativas sencillas

  • 3 años-3 años y medio

Que su habla no pueda ser entendida por personas fuera de su núcleo familiar
No repite frases
No contesta a preguntas sencillas

  • 3 años y medio-5 años

Presencia de un período de falta de fluidez verbal, repiten sonidos, palabras, frases y hacen pausas prolongadas
Dificultad en interpretar y uso de términos espaciales (entre, detrás, etc.)
Dificultad en el uso de artículos (un, una, el, la), pueden omitirlos (papá vuelve trabajar)
Dificultad en el uso de tiempos verbales, y dificultad para encontrar el nombre de la palabra adecuada (disnomia)
A los 4 años no sabe contar lo que le pasa y no es capaz de mantener una conversación sencilla
Hasta los 4 años pueden existir trastornos en la articulación de algunos fonemas (/s/z/r/) que tienen que estar corregidos a los

  • 5 años

no conversa con otros niños

  • 5-7 años

Persistencia de un período de falta de fluidez verbal y con disnomias
Presencia de dificultades en la utilización de tiempos verbales (“el ido” por “él ha ido”)
Presencia de dificultades en la utilización de formas comparativas de los adjetivos, pueden confundir el comparativo con el superlativo
Presencia de dificultades en la utilización de reglas de pasivos (“el tren fue golpeado por el coche“ se trasforma en “el tren golpeó al coche”) y en el uso de las conjunciones (si, cuando, antes, después)

Dependerá del trastorno a tratar, de la edad del paciente o de la existencia de otros trastornos asociados; aunque en ningún caso existe un tiempo preestablecido.

La dislexia es una entidad clínica caracterizada por una dificultad "especial" para la lectura y escritura en personas que no tienen problemas visuales, auditivos ni incapacidad intelectual para dicha tarea.

La dislexia suele detectarse en los primeros cursos al observar que un niño con todos los requisitos para aprender a leer no lo consigue a pesar del esfuerzo de padres y profesores incluso con diferentes métodos de lectura.

En otros muchos casos el niño lee pero tiene dificultades para seguir el texto, confunde vocales o consonantes, se salta renglones, inventa palabras etc.

La escritura puede ser mas problemática : no puede hacer un dictado sin invertir algunas palabras o "rotar" las letras, confundir b y d, ó p y q por ejemplo.

Es importante diagnosticarlo cuanto antes para evitar repercusiones en el aprendizaje y en el desarrollo del niño, ya que la dislexia es la causa de fracasos escolares, baja autoestima y problemas de conducta si no se trata adecuadamente.

La primera señal de alarma es la obtención de resultados insuficientes que no se corresponden con el esfuerzo realizado causando una falta de motivación por parte del niño, ya que la dislexia se considera una dificultad significativa en el lenguaje escrito y la lectura, independientemente de cualquier causa intelectual, cultural o emocional. Por lo tanto, aparece en personas con una inteligencia normal o incluso superior.

Confusión de las letras con forma parecida, como por ejemplo, entre la p – q , d – b.
Inversión de letras en las palabras.
Omisión de palabras.
Uniones y separaciones indebidas de palabras
Vacilaciones en la lectura.
Adición de sonidos al final de la palabra.

La afonía es la alteración máxima de la disfonía y es la pérdida total de la voz.

Pueden ser orgánicos (tumores, problemas vasculares, perturbaciones endocrinológicas, etc), y funcionales (abuso o mal uso de la voz).

La disfemia o tartamudez aparece hacia los 3 años de edad, cuando el niño pasa de la frase simple a formular oraciones más largas. Esta falta de fluidez puede ser superada en un año, si no es así y persiste la disfluencia a partir de los 4 años de edad, es cuando nos encontramos con una tartamudez primaria, debiendo ser tratada por el especialista.

Si la cóclea tiene muy dañada las células ciliadas no podrá transformar transformar las vibraciones sonoras en corriente eléctrica. Un implante coclear compensa la pérdida de células ciliadas intactas con una guía de electrodos dentro de la cóclea. Esta envía sonidos e información del lenguaje directamente al nervio acústico mediante pequeños y seguros pulsos eléctricos.

La razón más frecuente para no ofrecer un implante coclear es la de que la audición del niño es “demasiado buena”.

Si los audiólogos y doctores piensan que es una buena oportunidad que el niño pueda oír la mayoría del lenguaje mediante prótesis auditivas bien adaptadas, esta debe ser la recomendación. Hay algunas condiciones médicas como ausencia del nervio acústico, o clases específicas de malformaciones de la cóclea que contraindican la cirugía.